Thursday, May 26, 2011
Un soneto de Giordano Bruno
Si vuela a su esplendor la mariposa
no sabe que llama es la que le altera,
si el ciervo sediento las aguas acosa
no ve la flecha que ronda certera.
Si el unicornio corre hacia la hermosa
ignora el lazo que en su seno espera.
Fuente, luz y regazo, en mi deseo
llamas, saetas y cadenas veo.
Si es dulce el dolor mío
pues este alto rostro así me apaga,
pues el arco divino dulce llaga,
pues este nudo envuelve lo que ansío,
por siempre sea la carne quemada,
el pecho asaetado, el alma atada.
Traducción de José Luis Fernández Castillo
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